Bruno tenía razón. El bambú es increíblemente flexible. Pero también fuerte. La fuerza viene de sus raíces: profundas, aferradas a la tierra, enormes.
Y lo entendí. Ser como el bambú es tomar lo que la vida nos da y utilizarlo a nuestro favor. Es ir a nuestros cimientos, desintoxicar cuerpo y mente y descubrir nuestro ser.
Desde este concepto tan profundo y significativo, he creado toda una serie de recursos para que tú, que estás en esa búsqueda y descubrimiento de tu propio ser, y quieres deshacerte de esos límites que te frenan.